Tras una despedida en el aeropuerto de Barajas, dos vuelos, una escala en Sao Paolo, 19 horas de avión, comprobar que el papel higiénico en Brasil no es tan suave como el de España, tres comidas de avión, dos bolsas de cacahuetes y aprender algunas palabras en portugués gracias a TAM, por fin, llegamos a […]